Durante la Comisión de Seguimiento de Comedores del Consejo Comarcal del Segrià, el Comú de Lleida ha puesto sobre la mesa que el consejo está haciendo una interpretación de las ratios de monitores que perjudica los derechos de los niños, ya que supone un ahorro de 20 monitores para la empresa Alesa respecto a la oferta que la misma presentó para ganar el contrato.
Los responsables del Consejo Comarcal hacen una interpretación de la oferta de monitorización favorable a la empresa en 19 escuelas de la comarca, permitiendo juntar grupos de diferentes edades pero aplicando el ratio de P5, un modo de proceder que vulnera las necesidades de monitorización de los más pequeños (P3) y que genera casos como el de la escuela de Santiago de la Granja d’Escarp o del Sant Jordi de Puigverd, donde la empresa pone un solo monitor para 16 alumnos de diferentes edades (hasta 6 P3) cuando la ratio que ofreció la empresa para alumnos de P3 era de un monitor cada 12.
En los alumnos de primaria también encontramos interpretación de ratios que incumplen el pliego de condiciones, como por ejemplo en la Escuela Torre Queralt de Lleida con 4 monitores para 106 alumnos (cuando en tocarían 5 ya que el ratio ofrecida es de un monitor cada 24 alumnos) la escuela Enric Farreny de Lleida, donde la empresa pone 3 monitores para 74 alumnos tocarían 4, o la escuela de San José de Calasanz con 3 monitores para 77 alumnos.
Estos incumplimientos del contrato con Alesa se dan en un momento donde Enseñanza, el Consejo Comarcal y la empresa están acordando aumentos de precio de contrato para monitores extra para cubrir Necesidad Educativas Especiales. Por otra parte, el Consejo tampoco hace nada para que se apliquen las calidades de los productos que constan en la oferta que hizo la empresa, ni mueve un dedo para que Alesa cumpla el requerimiento contractual de presentar la contabilidad separada del contrato de servicio de comedores, como hace dos años que pide el ComúdeLleida.
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