La demanda presentada por el Comú de Lleida contra la aprobación inicial del Plan de Ordenación Urbana Municipal (POUM) por nulidad de procedimiento, ha sido admitida a trámite y en consecuencia, el planeamiento urbanístico queda impugnado. Esto hace que todo el procedimiento esté en precario, ya que el juez o las partes pueden decidir que es nulo. Ante esta situación, apelamos al sentido común para detener la tramitación del plan urbanístico y no llevar a pleno la aprobación provisional del POUM prevista para febrero o marzo.
La propuesta del Comú: hacerlo bien
En esta situación y por responsabilidad, el Comú hace un ofrecimiento constructivo al equipo de gobierno: volver a abrir el proceso para hacer el nuevo POUM, dando esta vez todo el tiempo necesario para hacer un nuevo estudio demográfico y un debate en profundidad y con participación de todos los sectores sobre las necesidades, retos y líneas estratégicas de la ciudad. Posteriormente hacer una segunda aprobación inicial, esta vez pidiendo la preceptiva autorización a la Generalitat. Así mantendrían su validez todos los proyectos previos y todo el trabajo que se ha hecho desde los servicios urbanísticos de la Paeria. Esta es la única forma de no desperdiciar el trabajo y los estudios técnicos encargados a la universidad y a varias empresas valorados en más de medio millón de euros, subsanando el procedimiento y haciéndolo bien.
Una aprobación provisional a dos meses de las elecciones municipales, con un POUM unilateral impugnado judicialmente, obligaría al Comú de Lleida, de forma conjunta con un futuro gobierno municipal contrario a las nefastas consecuencias que esconde el POUM, a declarar nulo todo el procedimiento y empezar de cero la tramitación de la revisión del Plan General de Lleida. En este punto queremos dejar claro que si fuera necesario no dudaríamos en declarar nula toda la tramitación del POUM para defender el futuro de Lleida.
Pedimos sensatez al equipo de gobierno y a los partidos que lo han apoyado hasta ahora, Ciudadanos y PP, que tienen en sus manos evitar una aprobación provisional a dos meses de unas elecciones municipales de un POUM que no sólo no responde a las necesidades reales de la ciudad, que empeora el planeamiento actual y que no tiene consenso ciudadano ni político, sino que está impugnado y en precario y que por tanto puede provocar un grave derroche económico para la ciudad.
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Algunos datos sobre el POUM que no nos explica el sr. Larrosa