El Comú de Lleida celebra que haya dotación para equipamientos sociales y cree que deben ser de menor dimensión y separar inclusión y temporeros

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El Comú de Lleida celebra que la Generalitat dedique recursos económicos para hacer realidad un proyecto que la ciudad necesita hace años, y valoramos muy positivamente que finalmente se pueda llevar a cabo.

Consideramos que el proyecto puede mejorar, y que requiere algunos matices en relación al modelo de inclusión y la dimensión del equipamiento.

Modelo de inclusión

Las necesidades y las casuísticas de las personas temporeras y de las que siguen un itinerario de inclusión son completamente diferentes, por lo tanto es conveniente diferenciar temporeros e inclusión, y diseminar los servicios de inclusión en diferentes lugares de la ciudad, en equipamientos de tamaño mucho más reducido, de 20-30 plazas. La propuesta de gestión integral para la atención a las personas temporeras elaborada el 2016 por la Paeria con aportaciones de todo el sector, concluye:

«En la ciudad de Lleida el recurso residencial temporal dirigido a alojar las personas temporeras en búsqueda de trabajo sería más conveniente que fuera alternativo y diferenciado del que se dirige a alojar las personas sin hogar»

Dimensión del equipamiento

El Comú de Lleida comparte que es urgente hacer realidad un equipamiento para personas temporeras, que pueda ser susceptible de otros usos fuera de la campaña de la fruta (como puede ser la acogida temporal de familias en situaciones de emergencias en la ciudad).

También pensamos que la dimensión del equipamiento planteado para personas temporeras es excesiva. Un macro-equipamiento no es óptimo para gestionar con eficiencia la atención al las personas que son usuarias. Hay, pues, redimensionar para que pueda responder a la función que le corresponde y para facilitar la integración de este nuevo equipamiento en el lugar de la ciudad elegido. Este redimensionamiento, además, permitirá un ahorro económico que se destinará a hacer realidad, como mínimo, 2 equipamientos de inclusión diseminados en otros lugares de la ciudad, para mejorar y dignificar la atención a las personas.

En cuanto al emplazamiento propuesto, el Comú había sugerido otras ubicaciones que consideramos más óptimas para acoger el equipamiento para temporeros.

Debate de ciudad

El Comú cree necesario que, antes de emprender un proyecto de esta importancia, haya un debate previo de ciudad, donde se puedan incorporar las aportaciones de los profesionales, de las organizaciones del tercer sector y del conjunto de la sociedad civil organizada.

El Pacte d’Entesa, en el apartado destinado a personas sin hogar, exiliados económicos, temporeros y personas sin documentación, establece que las personas no pueden ser ilegales y que las ciudades deben ser redes de comunidad, de derechos y de acogida, y detalla los siguientes compromisos:

  • Habilitaremos un espacio residencial / Crearemos un recurso para las personas sin techo que se encuentren en Lleida, especialmente durante el verano.
  • Concretaremos un plan específico de atención a los temporeros y las temporeras, no se puede tratar como una emergencia lo que sucede cada año.
  • Estableceremos un programa anual para que los temporeros de las explotaciones agrarias puedan acceder a iniciar los trámites del expediente de permiso de trabajo y de residencia.
  • Potenciaremos modelos de vivienda como el «social housing» o centros comunitarios para facilitar el alquiler de viviendas a personas desfavorecidas.
  • Impulsaremos iniciativas para combatir las reticencias de los propietarios a alquilar viviendas a migrantes, temporeros, refugiados y otros grupos sub representados.
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