El Comú de Lleida ha iniciado los primeros contactos con ERC para explorar posibles acuerdos en base a temas de ciudad y prioridades, constatando una amplia coincidencia de programa. Una sintonía de entendimiento programática y de prioridades para la ciudad que abre posibilidades de trabajar juntas por el cambio que pide la ciudad. Para hablar de posibles acuerdos con el Comú, ERC debe dejar claro el compromiso con una política honesta y sin clientelismos, y eso pasa por ser exigentes con JuntsXCatalunya, por les prácticas, presuntamente corruptas, evidenciadas en la Diputación.
ERC debe exigir a JuntsXCat un posicionamiento inequívoco contra la corrupción, que cese Joan Reñe como diputado provincial y le aparte, como condición mínima para tener un escenario de negociación para un acuerdo de gobernabilidad. Es inadmisible que JuntsXCat mantenga Reñé en la Diputación cuando está imputado por supuesta corrupción en el ‘caso Boreas’ y que permita que esa misma persona participe en la comisión que investiga su presunta gestión fraudulenta o que lo mantenga en la ejecutiva del partido.
Desde el Comú se defiende que todo posible acuerdo debería construir en base a un modelo de ciudad, y no de reparto de sillas. Y este nuevo modelo de ciudad que ha pedido la gente no puede sustentarse en formaciones que no hayan hecho limpieza, que no actúen con la contundencia que corresponde ante indicios de corrupción. Nuestro propio código ético establece la renuncia inmediata a todos los cargos, ante la imputación de delitos relacionados con corrupción, y exigimos a quien quiera establecer acuerdos que se lo aplique.
El Comú de Lleida designó ayer el equipo negociador que participará en los contactos que se lleven a cabo con diferentes formaciones. El domingo 9 de junio el Comú celebrará una asamblea donde se valorarán los posibles escenarios para este mandato y se decidirá cuál es la opción elegida.
