La Diada de este año se celebra en medio de la pandemia mundial que nos debería empujar reinventarnos. El coronavirus cuestiona las soberanías en un mundo hiperconectado, con problemas globales de repercusiones locales; nos muestra la vulnerabilidad de un sistema que se ha montado de espaldas al medio ambiente; desnuda las profundas desigualdades de nuestra sociedad; exige un reenfoque de prioridades y de las formas de hacer política. Demasiado a menudo parece que ante estas exigencias, que no son nuevas pero que se hacen más evidentes, mucha gente opta por profundizar en la polarización y en la desinformación para construirse un mundo de falsas certezas que encajen con los deseos propios, por el individualismo del sálvese quien pueda. Nosotros, en este día de reivindicación y celebración, queremos poner el foco en la otra gente, menos ruidosa, que en estos tiempos complicados practica la solidaridad y la cooperación, que lleva adelante proyectos de la economía del bien común respetando el medio, que se autoorganiza y se coordina para ejercer soberanías desde la colaboración con los demás. Prácticas que han sido siempre en el catalanismo popular que hoy queremos reivindicar más allá de la batalla política que tanto espacio ocupa y que demasiadas veces bloquea los objetivos compartidos por la mayoría, por el común de la gente.
La Diada de la Covid
