[Opinión]: ¿Y si hacemos un POUM pensando exclusivamente en el bienestar de la gente de Lleida?

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Estos días habrán oído hablar mucho del Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM), el principal instrumento de planeamiento urbanístico de un municipio. Ordenar el territorio planeando, definiendo el modelo de utilización del suelo, en definitiva el modelo de ciudad. El POUM es esencial para la vida de las personas ya que determina cuestiones como las zonas verdes, las vías de comunicación principales o los equipamientos y los servicios comunitarios más importantes. Clasifica el suelo en función de su destino urbanístico básico, así como con el correspondiente régimen jurídico, y todas las previsiones van acompañadas de un programa realizarse para 20 años.
Presentado el POUM, queda patente que es una herramienta fundamental para el desarrollo y el futuro de Lleida y, por tanto, necesita del máximo consenso posible. Un instrumento de planificación que afecta la actividad económica, la movilidad, el desarrollo urbano en interacción y diálogo con el entorno natural debe buscar siempre consensos políticos amplios, también con todos los agentes de la ciudad. Porque el futuro de Lleida lo tenemos que construir entre todas y todos, los que gobiernan ahora y los que lo harán en los próximos años.
Un POUM que favorece grandes inversores y constructoras
En resumen, el POUM que nos presenta el equipo de gobierno no nos gusta porque está pensado para favorecer los intereses de algunos grandes inversores y constructoras y va en detrimento del interés general de la ciudad. El PSC y sus socios quieren aprobar un POUM que no aporta mejoras en el desarrollo a largo plazo del trazado urbano y rural del municipio y que incluso supone un grave retroceso respecto al POUM aprobado en 1995 con respecto a la estructuración de los nuevos sectores urbanos ya la calidad de vida de las personas. La propuesta de Ángel Ros también se plantea en contra del interés general y de la sostenibilidad de la economía y el sector comercial y logístico de la ciudad.
Es necesario que el POUM defina un crecimiento ordenado de la trama urbana, también desde un punto de vista social, desde las primeras fases del nuevo crecimiento urbano. La actual propuesta no atiende las necesidades de vivienda de la ciudad, ya que prevé unos porcentajes de vivienda protegida a los mínimos legales en los sectores que primero se desarrollarán. Tan sólo incrementa el porcentaje de vivienda de protección oficial en los sectores que acabarán siendo extrarradios de la futura ciudad.
 
 
Para garantizar el derecho a una vivienda hay que ir mucho más allá del 1% en vivienda pública
Hay que apostar decididamente por la vivienda protegida en las primeras fases de crecimiento y utilizar todos los instrumentos que nos permite el nuevo ordenamiento urbano para aumentar estratégicamente el parque de vivienda pública, que actualmente no llega ni al 1 por ciento, como herramienta de control y gestión del precio de la vivienda. No podemos seguir rehuyendo la responsabilidad de garantizar el derecho a un vivienda digna a todos los ciudadanos, y el POUM es una herramienta perfecta para hacerlo posible. Situarnos en el 15% de parque público de vivienda en 2025 debe ser un objetivo ineludible para todas las fuerzas políticas. Para el Comú de Lleida es una prioridad.
La propuesta que nos presenta el actual equipo de gobierno prioriza la implantación de grandes centros comerciales que se convertirán en un muro para el crecimiento ordenado de la trama urbana en los sectores que deberían consolidar la ciudad. Además, supone un grave peligro para la actual riqueza del sector comercial del municipio, con el eje comercial al aire libre más largo del sur de Europa, rasgo característico de Lleida. Hay que condicionar la creación de nuevos espacios comerciales en una consolidación efectiva de los nuevos barrios y en un plan estratégico pensado para fortalecer el tejido comercial, y evitar desmembrarse para favorecer intereses privados.
 
También en la ordenación de los espacios verdes encontramos graves e inexplicables carencias. La desaparición en la propuesta del PSC de los tres grandes parques urbanos previstos en el POUM de 1995 no tiene ninguna justificación y supone una evidente pérdida de calidad de vida en la Lleida del futuro. Es necesario volver a definir en el planeamiento la red de parques urbanos y estructurar las vialidades y el crecimiento urbano de los nuevos barrios previstos en el norte, este y oeste de la ciudad. Dejar los nuevos sectores sin dibujar y en manos de constructoras nos llevará a un crecimiento caótico irreversible de la futura trama urbana y de sus espacios verdes. Está en nuestras manos legar a las futuras generaciones una ciudad ordenada y amable, donde disfrutamos de caminar, del espacio público y de sus parques urbanos, con el río como eje vertebrador.
La Horta de Lleida, Sucs y Raimat, debe ser la otra gran apuesta de este POUM. Potenciar nuestro sector agrario, al tiempo que preservamos el paisaje característico del municipio, debe ser una prioridad. No podemos permitir la consolidación de pequeñas urbanizaciones que fractura aún más el territorio. Hay que ordenar las construcciones no ligadas a la actividad agraria, y mejorar paralelamente la calidad de vida y las viviendas de nuestra agricultura.
 
Trabajamos estas y muchas otras propuestas en el Plenario de POUM abierto a la ciudadanía, en el pasado mes de febrero, y hemos hablado con varios agentes sociales de la ciudad.
Seguimos escuchando las aportaciones de todos, con el convencimiento de que sólo con el tiempo necesario, sin prisas teñidas de opacidad, podremos hacer el mejor POUM para nuestra ciudad para impulsar la calidad de vida, la mejora de la movilidad urbana y el desarrollo económico del municipio.
Comú de Lleida

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