Los que formamos este equipo de gobierno hemos apostado firmemente por la comisión de la Huerta como herramienta para defender los derechos de nuestros campesinos y campesinas y lo ha hecho por motivos evidentes: la huerta es una parte esencial de Lleida y en tiempos difíciles para nuestra agricultura se necesitan debates y actuaciones, también desde el ámbito municipal. Pero sacar de la Comisión de la Huerta estos debates nos parece menospreciar la gente de la huerta, porque es en su espacio donde se deberían llevar todos los debates y, sobre todo, todas las soluciones.
Este equipo de gobierno tiene un proyecto ambicioso para la huerta, un conjunto de medidas para promoverla, integrarla en la ciudad y para igualar las condiciones de vida de la población de la Huerta a la del resto de ciudadanía de Lleida. Medidas contempladas en el Pacte de Entesa y que iremos desgranando durante este pleno.
Vistas las propuestas que presenta el PSC en este pleno, resulta difícil de entender que, si creen en estas propuestas, no las canalicen con un trabajo en el espacio que corresponde, la Comisión de la Huerta. Una comisión donde este grupo municipal, el Comú de Lleida, presentó el pasado mandato -cuando el PSC gobernaba- infinidad de propuestas para la huerta. Algunas las menospreciaron y otros se las apropiaron. Quién bloqueó tantas medidas para la huerta, quien gobernó durante 40 años, dice ahora a los que llevan 8 meses al gobierno que tiene la receta mágica para la huerta. La huerta quiere hechos y no escenificaciones ni postureo, señores del PSC.
El Comú de Lleida ha trabajado siempre codo a codo con la gente de la huerta. Con la incansable Marina Pifarré como representante del Comú en la comisión de la huerta -gracias Marina- y con tanta gente de la huerta con quien hemos hecho tantas reuniones y trabajado propuestas, muchas de ellas exitosas. Pensamos que hoy conviene poner en valor el trabajo realizado por el Comú de Lleida de la mano con las personas que habitan en nuestra huerta, porque -por encima del ruido de este pleno- creemos en este modelo de trabajo propositivo, codo a codo con los agricultores y ganaderos.
- Hemos promovido la seguridad en el territorio apostando por restituir las patrullas de la Guardia Urbana en el medio rural y consolidar la plaza de agente cívico, catalogando viviendas para que puedan ser localizados con GPS para facilitar la atención a las emergencias y señalizando, mejorando y arreglando caminos.
- Hemos hecho propuestas para el acceso a derechos y servicios básicos como el agua de boca para los animales, el transporte público o la conexión a Internet con fibra óptica, indispensable para modernizar la estructura empresarial agraria.
- El Comú ha apostado por la recogida de voluminosos en la Huerta y por un Puerta a Puerta consensuado con los vecinos.
- Para activar la economía en el medio rural hemos definido la marca Horta de Lleida como una apuesta firme por nuestros productos, el comercio de proximidad y de los mercados, trabajando por la implantación de la economía circular en nuestro territorio y frenando la despoblación. Para que la gente vuelva a los mercados hay que dignificar los espacios de venta, y por eso hemos exigido la limpieza.
- A propuesta del Comú se ha activado un banco de tierras que debe permitir ceder a agricultores activos fincas no cultivadas del perímetro de la huerta para dar alternativas a fincas abandonadas.
- Hemos defendido el impulso del agroturismo rural potenciando un patrimonio natural rico y a la vez poco conocido. Por eso hemos trabajado para garantizar los pasos centenarios como el camino Medieval del Río, por el reconocimiento patrimonial de la cabaña de vuelta de la Huerta, por el arreglo de parques como el de Serrallarga o de ríos como el Noguerola o los de Sucs y la recuperación de los caminos fluviales o por los pantanos de Suquets de Baix.
- Nuestra huerta no sería sin la profesión campesina, un colectivo que nos hemos esforzado a dignificar. Con reconocimiento de la profesión campesina y de lo que el campesinado ha significado históricamente por Lleida, defendimos medidas como un nomenclátor de calles con nombres de labradores y agricultores de Lleida.
- Y dimos relieve al 15 de octubre como día de la mujer rural, una jornada festiva y representativa de la mujer campesina de la Huerta.
- En nuestro afán por mantener la huerta viva, hemos topado con muchos escollos por parte de todas las administraciones. Ante ataques tant feroces como el que supuso el catastrazo del PP, con un gran aumento de los valores catastrales de las edificaciones rústicas indispensables para la actividad agraria, hemos exigido una actitud valiente de defensa firme del campesinado por parte de la Paeria.
Lo hicimos con ánimo propositivo y constructivo cuando éramos oposición y lo seguimos haciendo ahora que somos equipo de gobierno. Poniendo en valor todo lo que hemos sembrado desde que estamos en la Paeria. Seguimos trabajando para dignificar la vida de nuestras campesinas, de nuestros ganaderos, para integrar la huerta en la ciudad y para dinamizar la economía de proximidad que nos aporta.