La gente del Comú participamos activamente en el referéndum de hace un año defendiendo que en la base de la democracia radica el derecho a decidir todo. Al igual que habíamos hecho 3 años antes en el Multirreferéndum, nos sumamos a una ola de gente que reclamamos ser escuchados. 2014 Artur Mas puso palos en las ruedas de aquella expresión democrática ciudadana para decidir sobre cuestiones bloqueadas a las instituciones como el modelo de agricultura, la deuda ilegítima, el modelo energético o el de gestión del agua. Y los palos en las ruedas, tres años después, pasaron un 1 de octubre a los jefes, en las manos, o en las piernas de mucha gente entre los más de 2 millones de personas que acudieron pacíficamente a una urna para expresar su parecer.
Los Mossos levantaron acta a 161 mesas de las 237 instaladas durante el Multireferéndum de 2014
Al Comú de Lleida, reunimos gente diversa ideológicamente, en base a un consenso basado en el bien común, la transparencia y la participación para transformar el gobierno de Lleida. Desde nuestra diversidad, queremos recordar los consensos que nos comprometen respecto la situación catalana.
Nos une el republicanismo, la defensa de las libertades y de los derechos civiles, y por ello exigimos la libertad de las presas y presos políticos: Jordi Cuixart, Jordi Sánchez, Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Dolors Bassa, Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull y Carmen Forcadell y la finalización de las causas judiciales contra activistas y cargos institucionales, tanto los que están en Cataluña como en el exilio.
La oposición del Estado y la posterior represión han impedido la celebración de un referéndum con normalidad y plenas garantías, lo que no permite la aplicación de los resultados del 1-O con medidas suficientemente legitimadas por la sociedad. El hecho de que los promotores del referéndum no lograran que toda la ciudadanía se sintiera llamada a participar tampoco ayuda a legitimar los resultados. Sin embargo, la movilización ciudadana le da legitimidad para pedir que el resultado tenga consecuencias.
El 1-O y las elecciones catalanas constituyen un mandato de superar el régimen monárquico del 78, ampliando las mayorías sociales también con opciones no independentistas. Por ello, apostamos por un proceso constituyente que dé continuidad al empoderamiento ciudadano, sin subordinarse necesariamente a una reforma constitucional en España, que celebraríamos que se pudiera producir.
Denunciamos el discurso del miedo y el odio de determinados partidos políticos y medios de comunicación, justificando medidas que vulneran los derechos fundamentales y que dan alas al crecimiento del fascismo.
Entendemos que la situación actual requiere diálogo institucional sin condicionantes ni coacciones, acompañado por un diálogo que implique la ciudadanía, organizaciones sociales y partidos políticos, creando espacios transversales que inviten y interpelen las diferentes visiones de la sociedad.
Desde el Comú de Lleida no podemos aceptar la negativa de PP, C ‘sy PSOE a reconocer la realidad política catalana y la opción del referéndum, como tampoco la parálisis en las políticas sociales y económicas que afronten las graves desigualdades sociales y retos medioambientales que nos afectan.
Por ello, un año después del 1 de octubre, seguimos reivindicando el derecho a decidir todo y denunciando las políticas reaccionarias que nos recortan, a todas, las libertades.
Comú de Lleida
Referéndum 1 octubre
Referéndum 1 octubre Escola del Treball (autor/a desconocido/da)
Referéndum 1 octubre IES Josep Lladonosa (autor/a desconocido/da)
Referéndum 1 octubre Cappont (autor/a desconocido/da)
