Hace un año, cuando las luces de alarma ya hablaban sin matices de una emergencia climática sin precedentes, asumimos estar al frente de la concejalía de Transición Ecológica, bajo nuestro juicio quizás la más importante. Porque cualquier futuro que nos imaginemos para nuestros hijos e hijas pasa por dar un golpe de timón, en forma de políticas transformadoras y transversales a toda la Paeria, que nos lleve a cuidar de nuevo, como merece, esta casa que se quema llamada planeta .
La ciencia nos dice que no nos podemos dormir en los laureles, que es urgente que se adopten todas las medidas para frenar el cambio climático, y en esta compleja misión nos hemos lanzado desde el primer día. Antes y después de la pandemia propusimos cambios en la movilidad en Lleida, para hacerla más segura y sostenible, cambios basados en los modelos de éxito de muchas ciudades, y que debemos impulsar colectivamente, buscando consensos y abriendo el debate a la participación de las entidades, del sector comercial y también de los nuevos Consejos de Barrio. En movilidad estamos lejos de donde nos gustaría estar, pero desde la concejalía de Transición Ecológica, seguiremos aportando en positivo para que las personas estén en el centro y nada pase por delante de la salud de la gente y del medio.
Con unos resultados excelentes de la primera fase, el Puerta a Puerta llegará ahora a Pardinyes-Balàfia
Queda mucho camino por hacer, pero también hay avances, como han sido la plantación de 862 árboles y 1.203 plantas arbustivas, o la mejora de las bonificaciones para la instalación de energía fotovoltaica. Y esta semana hemos presentado un avance de los más trascendentes de todo el mandato. Hablamos de la consolidación de la recogida puerta a puerta, que después de lo que ha conseguido el vecindario de Ciutat Jardí y Vila Montcada, podemos afirmar que ha venido a Lleida para quedarse. Han conseguido en un año y medio multiplicar casi por tres los valores de recogida, situándose cerca del 90%, marcando el camino de este trabajo conjunto, de colaboración entre ciudadanía y ayuntamiento para una mejor gestión de los residuos municipales. Siguiente estación? Pardinyes-Balàfia, que en el último trimestre de este año iniciará la segunda fase de la prueba piloto de implantación del PaP, sumando 9000 habitantes más.
El PaP permite al mismo tiempo dar un nuevo uso a los materiales que antes se tiraban, evitando así la extracción de recursos naturales, y contribuye a trabajar en la economía circular. El esfuerzo de la ciudadanía para hacer posible la implantación del PaP, pues, tiene consecuencias positivas para nuestra salud y para la del planeta, pero también para la economía, ya que se reduce drásticamente el gasto por el menor uso del vertedero. Si no hiciéramos nada y en 4 años continuáramos vertiendo 40.000 toneladas de basura en el vertedero de Montoliu, tendríamos que pagar cerca de 3 millones de euros anuales, un millón más de lo que ahora mismo estamos pagando de cañón de residuos. Urge extender el PaP en toda la ciudad: si en 4 años lo conseguimos con valores de recogida como los que hasta ahora hemos obtenido, el ahorro por menos uso de vertedero sería de 2,3 millones de euros al año.
Desde que el PAP se implementó en Cataluña hace 20 años, más de 200 municipios nos hemos sumado, y son muchas las ciudades de un tamaño similar a Lleida que se están fijando en nuestra experiencia. De manera conjunta con la ciudadanía y con las entidades de cada barrio, trabajamos para que Lleida sea pionera en la implantación del Puerta a Puerta, un cambio necesario para el futuro de nuestros hijos e hijas.
Sergi Talamonte Sánchez (tercer teniente de alcalde y concejal de Transición Ecológica)
